Real Steel es una historia familiar con un telón de fondo de boxeo de ciencia ficción, esa es la principal premisa de esta cinta.
El director Shawn Levy ha realizado la siguiente historia: Nos encontramos en un futuro no muy lejano en donde el deporte del boxeo ha sustituido a los adversarios humanos por robots luchadores. Esto fue debido a las ganas de los humanos por ver cada vez peleas más sangrientas y brutales, por lo tanto los luchadores humanos se reemplazaron por unidades de boxeo robóticas. Así, eliminado el factor humano, los combates pueden ser todo lo duros que “se quiera”. Esto es el telón de fondo del film, y el grueso verdadero de la historia es la relación o, mejor dicho, reencuentro de un hijo con su padre. Dicho padre (Hugh Jackman) es una vieja gloria del boxeo que se ha tenido que adaptar a estos nuevos tiempos que corren para este deporte, y que, sin comerlo ni beberlo se tiene que hacer cargo de su hijo de 11 años a quien había renunciado cuando el nació.
Según van avanzando los acontecimientos, se van dando cuanta de que se necesitan el uno al otro al estar los dos entusiasmados por el boxeo.
El director Shawn Levy ha realizado la siguiente historia: Nos encontramos en un futuro no muy lejano en donde el deporte del boxeo ha sustituido a los adversarios humanos por robots luchadores. Esto fue debido a las ganas de los humanos por ver cada vez peleas más sangrientas y brutales, por lo tanto los luchadores humanos se reemplazaron por unidades de boxeo robóticas. Así, eliminado el factor humano, los combates pueden ser todo lo duros que “se quiera”. Esto es el telón de fondo del film, y el grueso verdadero de la historia es la relación o, mejor dicho, reencuentro de un hijo con su padre. Dicho padre (Hugh Jackman) es una vieja gloria del boxeo que se ha tenido que adaptar a estos nuevos tiempos que corren para este deporte, y que, sin comerlo ni beberlo se tiene que hacer cargo de su hijo de 11 años a quien había renunciado cuando el nació.
Según van avanzando los acontecimientos, se van dando cuanta de que se necesitan el uno al otro al estar los dos entusiasmados por el boxeo.
El director Levy ha organizado bien todos los elementos del film, pero evidentemente prestando mas atención a la relación humana entre padre e hijo y los problemas que envuelven a éstos que a los combates de boxeo robóticos (lógico al solo ser el telón de fondo). Buenos elementos y bien mezclados son convertidos en una buena cinta para padres e hijos con tintes de ciencia ficción.
Los fx son altamente vistosos, las recreaciones de los robots son fantásticos, lejos de ver amasijos de hierros moviéndose, cuando los robots tienen un combate, vemos claramente cómo son y cómo “se parten la cara” perfectamente. El nivel de detalle de los mismos es exquisito y cada uno tiene sus propias cualidades, puntos débiles, estrategias de combate y forma de lucha.
Las actuaciones de los actores son correctas, destacando sobre todo la de Max (Dakota Goyo), el hijo de Charlie Kenton (Jackman) y, como suele suceder en muchas cintas, también hay actores que sobreactúan demasiado y eso le resta algo de “claridad humana” al film, prefiriendo a veces ver únicamente los estupendos combates entre los robots.
Los fx son altamente vistosos, las recreaciones de los robots son fantásticos, lejos de ver amasijos de hierros moviéndose, cuando los robots tienen un combate, vemos claramente cómo son y cómo “se parten la cara” perfectamente. El nivel de detalle de los mismos es exquisito y cada uno tiene sus propias cualidades, puntos débiles, estrategias de combate y forma de lucha.
Las actuaciones de los actores son correctas, destacando sobre todo la de Max (Dakota Goyo), el hijo de Charlie Kenton (Jackman) y, como suele suceder en muchas cintas, también hay actores que sobreactúan demasiado y eso le resta algo de “claridad humana” al film, prefiriendo a veces ver únicamente los estupendos combates entre los robots.
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