A ocho kilómetros de El Cairo, se alza la Gran Pirámide de Giza. Algunos historiadores creen que entre sus piedras, de cuarenta y cinco siglos de antigüedad, se oculta un código matemático, un calendario en clave que predice el día del juicio final y que, según las profecías de los faraones, tendrá lugar en el presente siglo.
La Gran Pirámide ha dado lugar a muchas teorías, desde un gran cataclismo provocado por una fuerza ajena a nuestro sistema solar en el años 2012, pasando por los que afirman que la Gran Pirámide predecía los atentados del 11 de septiembre.
Otras teorías afirman que la clave para descifrar el día del juicio final se encuentra en los jeroglíficos. En ellos hay vaticinios de una catástrofe provocada por un cuerpo celestial situado a 146 millones de kilómetros de la Tierra, y que será el responsable del cataclismo definitivo. El estudio de algunos papiros desvela que los egipcios creían que la Luna, el Sol, las estrellas y los planetas dictaban el destino de la Tierra, ya que no observaban los cuerpos celestes para obtener conocimientos científicos, sino que lo hacían para crear un calendario, para medir el tiempo y orientar por el desierto. En 1994, Bauval, se dio cuenta de que las tres pirámides de la meseta de Giza estaban distribuidas de manera idéntica a como estaban las tres estrellas del “cinturón” de Orión. Dicha importancia de Orión en la profecía, se debe a un grupo de papiros conocidos como “Peri Em Heru” o El Libro de los Muertos. Dicho libro, parece describir una catástrofe global que sucedió miles de años antes de que existiera Egipto.
Una frase del Libro de los Muertos, guardaría mucha relación con los Mayas; “Tras la destrucción, el viejo león dio media vuelta”. Algunos investigadores interpretan, que el viejo león, es la Tierra, que experimenta un giro en su rotación tras el cataclismo. Esa inversión podría provocarla un fenómeno llamado <
En el próximo capitulo, os contaremos como en la profecía de Orión, existe una entidad llamada “El Destructor”, y del que el profeta Jeremías ya hablara en el Antiguo Testamento.
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