Ayer mismo pudimos asistir a nuestra sala de cine, por fin, para poder ver el regreso del Trepamuros a la pantalla grande, todo ello en forma de "innecesario" reboot.
Este review se nos antoja algo complicado desde que saltó la noticia de que Marvel Studios iba a hacer un reboot del personaje sin pasar ni 10 años de los anteriores films. Pensábamos que era del todo innecesario, porque otra vez tener que volver a ver los orígenes del personaje era algo totalmente aburrido y sobre todo trillado a más no poder. Aunque, evidentemente, no iban a hacer un producto igual que la estupenda trilogía de Sam Raimi (exceptuando la tercera parte). Resumiendo, pese a que había mucha reticencia al resultado final del film, teníamos cierta curiosidad.
La historia es la que todos sabemos: Peter Parker queda a cargo de sus tíos por parte de sus padres cuando es tan solo un niño; Peter crece y ahora va al instituto, donde está enamorado de Gwen Stacy, su primer amor. Y, por avatares del destino, en una visita a la gran compañía Oscorp, es picado accidentalmente por una araña de pruebas, la cual le otorga las habilidades propias de dicho arácnido. Con sus nuevos poderes y por ciertas circunstancias termina aceptando que él puede ayudar a todo aquél que lo necesita, tan sólo porque él puede hacerlo.
Ya siendo Spiderman tendrá que enfrentarse a vida la diaria de instituto, clases, familia, novia y además hacer frente a un nuevo inquilino en la ciudad que no hace más que sembrar el terror, el Lagarto.
Bien, pese a tener gran reticencia y curiosidad a partes iguales, hemos podido comprobar, que hemos dado con un auténtico Spiderman. Nos explicamos, esta nueva versión de Spidey, que bebe en cierto modo de los cómics de la línea "Ultimate" de Marvel, es el Spiderman que todos hemos visto en los cómics de siempre. En este film le han dotado de todos sus ágiles movimientos arácnidos, así como de su humor ante el peligro y sobre todo ha sido agraciado con los añorados lanzarredes, que se echaron algo de menos en la anteriores cintas del personaje. La película dura alrededor de dos horas y cuarto, y cuando termina ...quieres ver más.
Los actores están gratamente correctos en sus papeles, pero hemos de decir un par de cositas: Andrew Garfield (Spiderman/Peter Parker), pese a que todavía a estas alturas no nos pega para el papel de Peter, ha hecho un gran trabajo dejando un Peter altamente convinvente. También hemos de decir que el personaje de la Tía May creemos que ha sido algo desaprovechado. Los efectos especiales y la cámara son altamente sobresalientes y la pelea de Spiderman y el Lagarto en el instituto es 100% Spiderman.
Cierto es que hay detalles que "chirrían" un poco y otros importantes que se obvian, pero en el conjunto final quedan diluidos y no te acuerdas de ellos.
Resumiendo, pese a los cambios/licencias que se han tomado el director y los productores ha quedado un film altamente recomendable para los que quieran ver a Spidey en todo su ágil esplendor, fuerza y humor que siempre le ha caracterizado. Quizá los más acérrimos incondicionales del personaje no les guste, pero para nosotros ha pasado el exámen.
No os olvidéis de que, como buena cinta Marvel que se precie, tiene escena tras los créditos principales, aunque en este caso, nos ha dejado con una duda y sospechas increíbles. Y que la cual deja abierto muchos posibles frentes de actuación.
Lo mejor es que se convertirá en una trilogía.
Lo peor, es el tratamiento de diseño que ha tenido el Lagarto que, pese al hacerlo como en los primeros cómics, nos habría encantado que tuviese el morro más alargado y su mítica bata blanca de laboratorio. Esto último es casi casi imperdonable. Al igual que la manía que tiene Andrew Garfield de quitarse la máscara en pantalla.
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