El cineasta español
Jess Franco ha muerto a los 82 años días después de estrenar su última película
'Al Pereira vs. the Alligator Women'. Con su muerte desaparece una de las
figuras más atípicas en la historia del cine español, marginal durante gran
parte de su carrera y, al final, lleno de valor simbólico.
'Necromicon', de 1968,
es sin duda, la más importante de las muchísimas películas que el cineasta
madrileño firmó. Y a 'Necromicon' remite la anécdota que con más placer citaba
Franco: tras presentarla en el Festival de Berlín, Franco recibió el tarjetón de
un espectador que se decía impactado por la película y que quería conocerlo. Al
dar la vuelta a la nota, Franco descubrió la firma de Fritz Lang, que después
citó su película como una de sus favoritas de todos los tiempos.
Es un ejemplo del tipo
de cineasta que ha sido Franco, capaz de habitar el cielo y en el infierno del
cine al mismo tiempo. Sus películas, baratas, producidas en serie, únicas,
zafias, llenas de encanto, eróticas, sórdidas, misteriosas y llenas de encanto,
no se parecen a nada en el cine español.
Desde este rincón, nuestro más sentido pésame.
Fuente: ElMundo.es
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