Quizás, uno de los mejores films de “Espada y Brujería” surgidos a la siempre sombra de “Conan” y a la espera de su remake. Dirigido con dinamismo y un estilo psicotrónico de la mano de Albert Pyun (Cyborg, Dollman), todo un experto del cine de “exploitation”.
Una historia en la que Lee Horsley es un heredero legítimo al trono que deberá enfrentarse a un malvado brujo que se lo arrebato a sus padres.
Una digna historia de venganza, llena de violencia, torturas, hechicerías y espadas. Cuenta con unos excelentes FX bastante gore, que salen a relucir al servicio del malvado brujo, interpretado por el siniestro Richard Lynch (Invasión USA, Deporte Mortal).
En 2010, le seguiría una “secuela”, que ha pasado desapercibida entre el público, ya que no tiene nada que ver con la original y además es bastante flojita, con un Kevin Sorbo, al que vemos como el último recurso para esta clase de interpretaciones.
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